1. Haz la masa la noche anterior, para asegurarte de que se mantiene en la nevera el tiempo suficiente, aunque se puede hacer con una hora de antelación y dejarla reposar en la nevera durante al menos 30-45 minutos.
2. Mezclar la harina y la sal, luego añadir la mantequilla y mezclarlo todo con la punta de los dedos hasta obtener pequeñas bolas de mantequilla y harina.
3. Añadir el agua helada poco a poco hasta que todo empiece a unirse y parezca una masa normal. Formar una bola, colocarla sobre un film transparente y dejarla toda la noche en la nevera.
4. A la mañana siguiente, precalentar el horno a 200°C.
5. Sacar la masa del frigorífico, estirarla sobre una superficie enharinada y dejarla en un papel de horno sobre una bandeja. Colocar las grosellas en el centro, dejando unos centímetros para doblar los bordes de la masa. Doblar, pellizcando para cerrar.
6. Mezclar la yema de huevo y la nata y pincelar los bordes, exprimir el zumo de limón sobre la fruta y, a continuación, espolvorear todo (fruta y pasta) con el Azúcar Fino para Pasteles Sidul.
7. Hornear hasta que los bordes estén dorados.